La importancia del cambio de comportamiento y los rituales en el manejo de la salud oral
¿Cómo animamos a los pacientes a mejorar su higiene bucal diaria? ¿Podría ser que el secreto de crear hábitos saludables radicase en una mejor comprensión del cambio de comportamiento por parte de los profesionales de la salud oral?
Es una situación habitual para los profesionales de la salud oral. Le das a tus pacientes instrucciones de higiene oral, escuchan y aceptan mejorar su rutina de cepillado y adoptar la limpieza interdental, luego seis meses después los ves nuevamente, sin mejoría.
Esto no se debe a que tu consejo sea demasiado difícil de entender o porque el paciente no quiera cambiar. Más bien es porque formar y cambiar hábitos es un proceso dinámico, lento y muchas veces complicado. Para facilitar la adopción y el cumplimiento, ¿deberíamos trabajar junto con el paciente, caso por caso, en lugar de tratar de forzar una rutina única para todos?
Las estadísticas sobre la enfermedad de las encías y la salud oral son claras
Con alrededor del 90% de la población experimentando algún tipo de enfermedad periodontal (Pihlstrom et al., 2005), que es una enfermedad en gran medida prevenible, está claro que hay mucho margen de mejora.
Hemos elaborado un documento técnico que analiza en profundidad cómo los profesionales de la salud oral pueden ayudar a los pacientes a mejorar su salud oral utilizando tácticas y estrategias de cambio de comportamiento basadas en la evidencia. Si bien este artículo resume los puntos clave, puedes descargar el documento completo aquí para obtener más información.
Dejando a un lado la buena higiene bucodental, también hay una implicación económica significativa: el impacto económico global de las enfermedades bucodentales fue de 442 mil millones de dólares en 2010 (Listl et al, 2015). Como todos sabemos, la mayoría de los casos de enfermedad de las encías y caries son totalmente prevenibles. Entonces, ¿por qué son tan altos?
El vínculo entre el cambio de comportamiento y la salud oral
Cuando recomiendas cepillos interdentales o nuevas técnicas de cepillado a tu paciente, le estás pidiendo que cambie su comportamiento. La introducción de métodos adicionales de cuidado bucodental requiere esfuerzos adicionales de ambos lados, con dentistas y profesionales dentales elaborando los mejores enfoques para lograr un cambio duradero.
El modelo didáctico ("Cepíllese al menos dos veces al día para mantener sus dientes limpios" o "Asegúrese de limpiar entre los dientes para eliminar más placa") claramente no está funcionando, dada la alta prevalencia de enfermedades periodontales.
El conocimiento de la caries dental no garantiza el cumplimiento
Todos los dentistas, higienistas y otros profesionales dan consejos y pautas más o menos sencillas a sus pacientes, suponiendo que todos las entenderán y seguirán.
El cepillado dental, utilizando una pasta dental con flúor, combinado con la limpieza interdental, ayudará a controlar las bacterias y la placa, previniendo la enfermedad de las encías y la caries y manteniendo la boca sana.
Cepíllese al menos dos veces al día y siempre limpie entre los dientes antes. Agregue una visita regular al dentista y/o higienista dental y eso debería ser todo, ¿verdad? Incorrecto.
La enfermedad de las encías todavía está muy extendida
Confiamos en el comportamiento humano para controlar la placa. Eso es todo: esa es toda la estrategia. Los profesionales de la salud oral dependen casi exclusivamente de los hábitos de cuidado bucodental de sus pacientes para reducir los riesgos para la salud, como la caries dental. Es por eso que es crucial que sepamos cómo hacer llegar de la mejor manera posible estos mensajes. ¿Cómo? Con una mejor comprensión de cómo cambiar y mantener el comportamiento, reduciendo la necesidad de tratamiento.
Nuestro libro blanco establece un vínculo crucial entre el cambio de comportamiento y la higiene bucodental, explorando cómo el uso de estas estrategias es mucho más efectivo que simplemente resaltar los problemas de los pacientes y decirles qué hacer.
La diferencia entre rutina y ritual en la salud oral
Un error que muchos de nosotros cometemos (y es comprensible) es pensar que las rutinas y los rituales son lo mismo. Al centrarnos en el ritual en lugar de la rutina, podemos propiciar un cambio duradero.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre rutinas y rituales? Todos tenemos una rutina mañanera, y el cepillado de dientes generalmente forma parte de esto. La rutina se compone de cosas que hacemos para seguir adelante con el día. Son esenciales, pero no lo que describiríamos como significativas. No requieren concentración y los hacemos regularmente sin pensar. Cepillarnos los dientes, como describimos en nuestro documento técnico, es una rutina típica, que implica un alto nivel de automatización.
¿Y si hablamos de rituales?
Estos están formados por acciones que significan más para nosotros que algo que hacemos mecánicamente casi sin pensar. Un ritual podría ser pasar media hora haciendo yoga o meditando. O hacer un capuchino estilo barista. Estos son los rituales de la mañana; actividades que son placenteras y prácticas, que generan una sensación de bienestar holístico.
La mayoría de nosotros vemos la limpieza de nuestros dientes como una rutina y, por lo tanto, es simplemente un hábito. Para fomentar una excelente higiene bucal, debemos convertir el cepillado y la limpieza interdental en un ritual. Sin embargo, transformar esta actividad de rutinaria a un ritual más holístico no es nada fácil. ¿Cómo conseguimos que las personas encuentren significado en cepillarse los dientes?
La respuesta está en entender cómo el cerebro se adapta al cambio. Con esta información, estamos en una mejor posición para ser útiles y podemos comenzar a cambiar la mentalidad de nuestros pacientes de "Tengo que cepillarme los dientes" a "Quiero cepillarme los dientes".
Comprender el cambio de comportamiento
Posicionar la higiene oral como un ritual puede resultar en un cambio significativo. Nuestro artículo técnico explora varios modelos de cambio de comportamiento basados en la evidencia, que pueden ser efectivos para cambiar estos hábitos. Aquí hay un resumen de los marcos de comportamiento clave y los modelos de cambio.
El modelo COM-B de cambio de comportamiento
El modelo COM-B es una herramienta valiosa, que guía a través de la mejor manera de abordar el cambio de comportamiento dependiendo de la mentalidad y la situación de un individuo. Este modelo incorpora 19 marcos de cambio de comportamiento y cómo interactúan entre sí. En el centro hay tres impulsores para el cambio: capacidad, oportunidad y motivación (de ahí el nombre. La "B", del inglés "Behaviour", significa comportamiento).
Esto resulta muy útil para los profesionales de la salud bucodental, ya que permite empezar por identificar qué componentes funcionan mejor para cada paciente.
- ¿Son capaces de entender la importancia de una buena higiene bucal y físicamente capaces de llevarla a cabo?
- ¿Tienen la oportunidad de limpiarse bien los dientes (con influencias positivas y recursos económicos, por ejemplo)?
- ¿Qué los motiva a limpiarse los dientes? ¿Es una rutina más que un ritual?
Luego, el modelo conduce al siguiente nivel: las estrategias de intervención. Estas brindan los enfoques más apropiados para abordar los desafíos relacionados con los aspectos de capacidad, oportunidad y motivación del modelo (por ejemplo, si necesita abordar la capacidad, concéntrese en la capacitación práctica en higiene bucal). Analizamos estos enfoques con más detalle en el libro blanco.
Entrevista motivacional
Este modelo es bastante conocido entre la comunidad odontológica, aunque se necesita una investigación más exhaustiva sobre su efectividad. La premisa aquí es que es más probable que los pacientes cambien su comportamiento si ese cambio está realmente relacionado con algo que valoran, en lugar de algo impuesto por alguien.
Los odontólogos se convierten en consejeros aquí, ya que hacen preguntas al paciente diseñadas para ayudarlos a llegar a sus propias conclusiones y adoptar hábitos bucodentales saludables.
Los enfoques centrales son la colaboración, la evocación y la autonomía.
- En primer lugar, estableces una relación de confianza
- Luego haces preguntas para obtener respuestas individuales
- Luego ayuda a sus pacientes a llegar a sus propias conclusiones
El cambio es duradero cuando lo guiamos nosotros mismos, y ese es el principio central detrás de este modelo.
El modelo de comportamiento planificado
La teoría aquí es que el comportamiento relacionado con la salud puede ser predicho por la intención del individuo. En términos de higiene bucal, si el paciente tiene una fuerte intención de mejorar, por ejemplo, su cepillado interdental para prevenir la placa, probablemente lo hará de acuerdo con este modelo.
Hay tres factores que impulsan esta intención: actitud, normas subjetivas y control conductual percibido. Un paciente puede sentirse más inclinado a usar hilo dental porque su pareja y sus hijos lo hacen. Esta es la alternativa frente a: "¿Cuál es la importancia de usar hilo dental? Nadie más se molesta, y es una pérdida de tiempo".
¿Cómo puede usar esta teoría para apoyar a sus pacientes?
En términos generales, puede ayudarlo a identificar qué características psicosociales de su paciente pueden abordarse para cambiar su comportamiento, de manera similar a cómo funciona el enfoque COM-B. Sin embargo, este modelo es criticado por sobreestimar el papel de la intención, subestimar las complejidades del comportamiento y no abordar realmente los factores sociales y ambientales.
Fijación de objetivos, planificación y autoevaluación (OPA o GPS por sus siglas en inglés)
Podemos combinar elementos de los tres modelos anteriores, principalmente teóricos (y otros), en un enfoque más pragmático: fijación de objetivos, planificación y autoevaluación (OPA). Este es el enfoque recomendado por la Federación Europea de Periodoncia (EFP), y reúne modelos de cambio de comportamiento basados en la evidencia para crear un medio fácil de usar para facilitar el cambio.
El OPA sigue un enfoque conversacional, que funciona bien en la relación típica entre el profesional y el paciente. Comienza con la búsqueda de una línea de base utilizando preguntas de evaluación y discutiendo temas comunes de salud oral. La conversación puede conducir naturalmente a áreas de discrepancia y necesidad (caries dental, enfermedades de las encías, etc.), y luego ayudar al paciente a identificar y establecer metas que se comparten con usted, su profesional de salud oral.
Los compromisos finales son hechos por el paciente, y esa es la parte importante. El paciente y el profesional planifican cuándo, dónde y cómo lograr el cambio, incluyendo la autoevaluación. El conocimiento de los modelos de comportamiento permite al dentista e higienista guiar la conversación hacia objetivos autoseleccionados por el paciente.
Los dientes y las encías sanos están vinculados a la salud general del paciente. Cuando sus pacientes se sienten motivados a cuidar su salud oral, se puede ver en sus hábitos de cuidado bucodental.
Comprender el cambio de comportamiento ayuda a mejorar la atención del paciente
Como dentistas y profesionales de la salud oral, es importante aprender los impulsores y las barreras del cambio de comportamiento para nuestros pacientes. Esto le permite introducir el sistema OPA, que mejora la comprensión y el establecimiento de objetivos.
El paciente puede establecer sus propios objetivos basados en una mayor apreciación de la salud oral, moviendo progresivamente la higiene bucal de la esfera de la rutina al ámbito de los rituales de bienestar.
Para que el cambio sea efectivo, debe entenderse y debe priorizarse. Cuando nos tomamos el tiempo para comprender los complejos impulsores de la motivación humana, tenemos conversaciones más significativas y brindamos un mejor apoyo.
Descargue nuestro libro blanco sobre el cambio de comportamiento para mejorar la higiene bucal
En él, encontrarás más información sobre estos modelos de comportamiento y los antecedentes de este enfoque.